me combierto en angel de mares y tierras descubriendo mi nombre en el dolor de los hombres me arrastro nado entre tus zapatos muerto dejo las alas y me combierto en cerpiente
uno las manecillas del reloj para deterne el tiempo y regresarlo hasta un punto donde pueda recontruirlo hora espacio y aquella flor encerrada en una caja de carton para conceguir su alma paralizada entre las alas triste de tus ojos